Pronto amanecerá más temprano que nunca
y el aire temblará de frío
adherido al cristal del cielo
y nadie podrá protestar y reclinarse a lo fácil.
No, no te quedes ahí mirando, ¡escribe!
¿no ves que el tiempo pasa y tú te desanimas
en legítima defensa? ¡lucha! Transgrede el idioma,
dale vueltas a la luz, suda el
poema, coge los timbales,
ponle ritmo a las letras,
juega, haz esferas semánticas
y cubre de locura la hiedra.
Que no se rompa la línea. No seamos funcionarios,
ni estúpidos seguidores de
hormigas. Hagamos poesía
manchándonos la librea de tinta, siendo rebeldes
hasta con las palabras, obligándolas a ser caricias.
Pronto amanecerá más temprano que nunca
y tú, poeta, volverás al principio irremediablemente
sin ser como el agua que aviva el árbol,
haciendo bucles de endechas y
tropos sin abrir sendas
como encajonados sonetos métricos
para huir de la verdad del tiempo
que va amaneciendo.
¡Daos prisa, la vida es
infinita, pero nos morimos pronto!
Sueña, sin miedo, amigo
y descubre el mundo.
© Luis Vargas Alejo